Inversión I+D En Japón

Elaborado por: Vania Gutiérrez Paredes

¿Cuánto invierte Japón en tecnología?

El país no ha logrado superar el estancamiento económico, incluso tras una década de políticas heterodoxas aplicadas por el partido de Gobierno. En esta línea, el actual primer ministro, Fumio Kishida, se ha visto obligado a enfrentar las asignaturas pendientes.

“En el sexto Plan Básico de Ciencia, Tecnología e Innovación, Japón se fijó el objetivo de alcanzar los 120 billones de yenes [unos 770.000 millones de euros] en inversión en I+D entre los sectores público y privado durante cinco años a partir del ejercicio fiscal 2021. Su objetivo es hacer realidad la sociedad 5.0″, explica Christoph Siepmann.

El país también pretende reforzar su posición en el mercado de los semiconductores a nivel global para contrarrestar el avance de China, asociándose con otras dos potencias del sector: Taiwán y Corea del sur. De hecho, el gigante taiwanés TSMC, responsable por la fabricación del 58% del suministro global de microchips, indicó recientemente que abrirá una segunda fábrica en Japón valorada en 8.000 millones de dólares (unos 7.200 millones de euros) en asociación con Sony. En esta línea, cabe destacar que el Gobierno nipón anunció el objetivo de triplicar las ventas de semiconductores de producción nacional a más de 15 billones de yenes (97.000 millones de euros) para 2030, como parte de su política de seguridad estratégica y económica.

En cuanto a Corea del Sur, el Gobierno de Kishida decidió restituir el título de “socio comercial preferente”, tras revertir en marzo las restricciones a la exportación de materiales semiconductores clave. Así, se suavizaron los requisitos para comerciar materiales esenciales para la fabricación de pantallas y semiconductores.

Asimismo, el experto de Generali asegura que las familias recibirán mayores ayudas por hijos y los padres que trabajen tendrán acceso a más guarderías extraescolares. “Las reformas deberían facilitar que los padres se acojan a permisos para criar a sus hijos”, añade.

Lo cierto es que Japón ha logrado finalmente reactivar su economía tras la crisis del coronavirus y algunos inversores como Warren Buffett ya les consideran uno de los mercados más interesantes para invertir en este momento. Para un país que históricamente se ha mostrado difícil para los capitales extranjeros, este es un primer paso para impulsar la inversión directa. En esta línea, Daniel Maguire, gestor de renta variable de Wellington Management, indica que se han producido cambios significativos en el panorama de la gobernanza corporativa en Japón, con empresas que ahora pagan más del efectivo que han generado, ya sea en forma de dividendos o recomprar acciones.

“En comparación con el resto del mundo, el mercado de renta variable japonés, y en particular el sector de pequeña y mediana capitalización, parece cada vez más atractivo. Las valoraciones están en mínimos de la década en relación con otros mercados desarrollados y el viento de cola de las divisas está ayudando a sostener el sector exportador. La rentabilidad sigue una tendencia al alza y se sitúa ahora a un nivel similar al de Europa y justo por detrás de Estados Unidos”, apunta Maguire.

Igualmente, los recientes pactos para incrementos salariales podrían estimular el consumo y disparar la economía. “En un país en el que los aumentos salariales no son habituales, casi el 30% de las principales compañías japonesas han anunciado incrementos este año. Por ejemplo, Nintendo y Hitachi han anunciado aumentos salariales del 10% y casi el 4%, respectivamente”, afirma Anne Vandenabeele, economista de Capital Group. Se anticipa que los incrementos de salarios en general rondarán el 3,8% este año

No obstante, no todos los expertos comparten este optimismo: “Japón no va superar ni a Corea del Sur ni a China. Tendría que superar la mentalidad tan conservadora que tienen sus empresas y su Gobierno. Abrirse a más interacción con empresas extranjeras y a cooperación científica. Corea está mucho más abierta y China también, aunque ahora se le están cerrando las puertas para beneficiarse. No creo que esto vaya a cambiar”, sentencia Herrero. No obstante, la experta destaca que el país está apostando por la nuclear y las renovables para reforzar su posición.

Un estudio impulsado por el Departamento de Energía de EE UU reveló que Japón podría obtener el 90% de su electricidad de fuentes verdes para 2035 por la caída en los costes de las renovables. Para esto, tendría que alcanzar sus objetivos de sustituir el carbón y ampliar su producción solar y eólica para cubrir el 70% de la demanda. Esta transición no solo sería vital para proteger el planeta, sino que disminuiría los costes de producción relacionados a la importación energética.

“Superar a China o Corea no es una tarea fácil porque ambos están invirtiendo mucho en tecnologías emergentes, digitalización e I+D. Con lo cual, yo creo que las opciones son la búsqueda de colaboración con otros mercados que no sean competencia tan directa, buscar nuevo talento, facilitar la colaboración global, volcarse en ciertos sectores emergentes -de ahí la apuesta del gobierno por la Web3-, mejorar el entorno regulatorios, apoyar a startups y emprendedores. No estamos ante un país que invierte 100 unidades frente a uno que invierte 40 y eso le permite captar ese talento y esos desarrollos, sino que compite contra dos líderes mundiales que quieren seguir en su posición. Por lo tanto, no va a ser una tarea fácil ni un objetivo que se vea en el corto plazo”, sentencia Javier Molina, Javier Molina, analista senior de mercado de la plataforma de inversión eToro.

Japón ha invertido el equivalente de 25.000 millones de dólares en los tres últimos años en subsidios relacionados con el segmento de los semiconductores, una proporción mucho mayor que la aplicada por Estados Unidos o Alemania


¿Qué hizo Japón para convertirse en un país desarrollado?


Japón se convirtió en un país desarrollado a través de una serie de estrategias y reformas que se implementaron durante el siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. Aquí están algunos de los factores clave que contribuyeron a su desarrollo:

1. Reconstrucción y Ayuda Internacional
Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón recibió ayuda significativa de Estados Unidos, tanto en forma de asistencia económica como tecnológica. El Plan Dodge (1949) fue un paquete de reformas económicas que estabilizó la economía japonesa y promovió el crecimiento industrial.

2. Reformas Económicas y Políticas
El gobierno japonés implementó reformas políticas y económicas significativas, incluyendo la democratización del sistema político, la redistribución de tierras y la reforma del sistema educativo. Estas reformas sentaron las bases para un crecimiento económico sostenido.

3. Enfoque en la Educación y la Tecnología
Japón invirtió fuertemente en educación, creando un sistema educativo sólido que producía una fuerza laboral altamente calificada. Además, el país adoptó y adaptó tecnologías extranjeras, mejorándolas y desarrollando sus propias innovaciones tecnológicas.

4. Desarrollo de la Industria
El gobierno y las empresas japonesas trabajaron en estrecha colaboración para desarrollar industrias clave, como la automotriz, la electrónica y la siderurgia. La adopción de prácticas de gestión de calidad y eficiencia, como el modelo de producción Just-In-Time, fue crucial.

5. Exportaciones y Comercio Internacional
Japón adoptó una estrategia de crecimiento basada en las exportaciones, produciendo bienes de alta calidad y bajo costo para los mercados internacionales. Esta estrategia generó ingresos y fomentó el desarrollo industrial.

6. Inversión en Infraestructura
El gobierno japonés invirtió en infraestructura básica como transporte, energía y comunicaciones, lo que facilitó el crecimiento industrial y económico.

7. Estabilidad Política y Social
Japón disfrutó de una estabilidad política y social relativa durante su período de rápido crecimiento. Esto proporcionó un entorno favorable para el desarrollo económico.

8. Políticas Industriales y Apoyo Gubernamental
El Ministerio de Comercio Internacional e Industria (MITI) jugó un papel fundamental en la planificación y promoción del desarrollo industrial. El gobierno proporcionó apoyo financiero y regulatorio para industrias estratégicas.

9. Cultura de Trabajo y Productividad
La cultura de trabajo japonesa, con un énfasis en la dedicación, la calidad y la mejora continua, contribuyó a altos niveles de productividad y eficiencia en las empresas.

10. Innovación y Adaptabilidad
Japón mostró una notable capacidad para innovar y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado global. La industria tecnológica japonesa, en particular, se convirtió en un líder mundial.


¿Cómo logró Japón convertirse en potencia mundial?

Japón vivió durante la segunda mitad del pasado siglo su propio milagro económico. En la década de los 60, era un país que estaba tratando de recuperarse de las consecuencias de la II Guerra Mundial. Tenían por delante un importante y ambicioso plan de reconstrucción y modernización. Y funciona. La inversión en industria y tecnología, junto con la disciplina y determinación de los ciudadanos nipones, da sus frutos, y catapultan a Japón a la categoría de potencia mundial.

La colaboración entre el Gobierno y el sector privado canaliza la inversión en sectores clave, como la industria pesada, la electrónica y la tecnología. Compañías como Toyota, Honda o Sony comienzan a despegar, y logran un reconocimiento internacional.

La capacidad del país para producir bienes de alta calidad, duraderos y de bajo costo les coloca en una posición privilegiada a nivel competitivo. Destacan, sobre todo, las exportaciones de productos electrónicos y automóviles. El éxito es arrollador.

Es en los años 80 cuando todo se desboca aún más, y la economía de la isla experimenta un crecimiento sin precedentes. El milagro japonés está en pleno apogeo. La economía alcanza tasas de expansión que superan los dos dígitos cada año, y se convierte en la segunda potencia del mundo, solo superada por la de Estados Unidos. Los más optimistas, que en Japón no eran pocos, especulaba con cuanto tiempo faltaba para convertirse en los líderes.
Durante aquella época, el superávit comercial nipón estuvo disparado. El dinero que entraba de forma masiva desde el extranjero, era empleado por las empresas, y sobre todo por los bancos, para adquirir tierras y acciones. Los precios de esos activos comenzaron a crecer a porcentajes astronómicos. De esta forma, el mercado inmobiliario hacía crecer el mercado de valores, y viceversa, creando un círculo vicioso infernal.

En este proceso endemoniado, las acciones de una empresa se revalorizaron a partir de sus propiedades inmobiliarias, y esa revalorización se empleaba para comprar más bienes inmuebles.

Crecimiento salvaje
En esta espiral, cualquier dato económico de la época era salvaje. Entre 1955 y 1989, el valor inmobiliario de Japón se había multiplicado por 75, y equivalía al 20% de la riqueza mundial: unos 20 billones de dólares. En 1990, el valor de todas las propiedades de Tokio y su entorno metropolitano estaba al nivel de todas las propiedades de todo Estados Unidos. Solo el Palacio Imperial, si hubiera estado a la venta, tendría un valor equivalente al de todo el estado de California. Más ejemplo: los campos de golf tenían un valor superior a todas las empresas que cotizaban en la bolsa de Australia.

Al mismo tiempo, los índices bursátiles nipones vivían un fenómeno parecido, debido a esa interconexión que comentábamos que existía entre los valores inmobiliarios y las acciones de las empresas. Así, el valor de las cotizadas japonesas se multiplicó por 100 entre 1955 y 1990. A comienzos de ese año, la capitalización de la bolsa japonesa superó a la de Estados Unidos.

Discurso de final de año de 1989 en la bolsa de Japón, que estaba en pleno 'boom'.
A pesar del crecimiento, y de la sensación de euforia, que habría que matizar, porque en realidad era mucha la gente que sufría las consecuencias de esta situación económica sin beneficiarse de sus ventajas, había importantes nubarrones en el horizonte. Estaban subidos a una burbuja, que no iba a tardar en estallar. A finales de la década de los 80, empiezan a verse los primeros síntomas de agotamiento.

El banco central, muy criticado a posteriori por su papel, decide subir los tipos de interés, para evitar que la inflación se dispare, y ante el temor a las consecuencias de la depreciación del yen frente al dólar. En esa época, en concreto en 1988, cuando la sensación generalizada era que el precio de la vivienda nunca iba a caer, que la prosperidad sería eterna... Los precios de los activos inmobiliarios empiezan a reducirse en algunas zonas de la capital del país. Era la primera señal. Cada año eran más las ciudades en las que los precios se estancaron, o en el peor de los casos, caían. El colapso definitivo llegó en 1990.

Inversores y propietarios se dieron cuenta de que los precios eran insostenibles. Particulares y empresas, que habían pedido préstamos para comprar activos inmobiliarios, se encontraron con que sus propiedades valían menos de lo que debían. Esto se tradujo en una crisis financiera, ya que muchas empresas no podían cumplir con sus obligaciones.

La burbuja estalla
Ese círculo vicioso entre acciones y mercado inmobiliario provocó que la bolsa de valores, esa que había llegado a igualar en capitalización a la de Estados Unidos, se hundiera. Los precios de los títulos se hundieron. El Nikkei, el índice de referencia, perdió un 63% de su valor en dos años. Con los bienes inmuebles actuando como garantía de las acciones, el sistema financiero entró en una grave crisis. Se esfumaron billones de dólares.

La burbuja había estallado. Y las consecuencias fueron terribles para Japón. Por un lado, la explosión del precio de los activos tuvo un fuerte impacto en la economía. Los precios se redujeron en todo el país, sobre todo en las grandes ciudades, y en los distritos financieros. En algunos casos, los precios no volvieron a alcanzar los niveles de 1990 hasta 2007.
La crisis también destapó un alto nivel de corrupción en todo el país, presente en todas las capas de la sociedad, desde funcionarios, personas particulares, empresas e incluso miembros del Gobierno. Sobornos, tráfico de información, manipulación del precio de las acciones, fraude... Habían tocado todos los palos.
Una caída de esta magnitud también tuvo consecuencias para los hogares, ya que se tradujo en una fuerte caída de los ingresos reales, lo que provocó a su vez una reducción del consumo directo y la inversión. Esto provocó una larga etapa de deflación, como nunca se había visto en la historia reciente.

Para las empresas también tuvo consecuencias terribles. Con unos niveles de endeudamiento terribles, fueron incapaces de dedicar ni un solo yen a la inversión. El Gobierno apoyó artificialmente a muchas compañías en dificultades, incapaces de sobrevivir por sí mismas, pero que a su vez hacía muy complicado competir a las empresas eficientes. Estas compañías zombies, cómo se conocieron a las que estaban rescatadas por el sector público, supusieron un lastre para los beneficios de las empresas competitivas, deprimieron la creación de empleo, redujeron la productividad y desalentaron inversiones.


En mi opinión:

La inversión en I+D en Japón es robusta y diversificada, impulsando su posición como líder en tecnología e innovación. El fuerte apoyo del gobierno, la participación activa del sector privado y la colaboración internacional son factores clave que continúan promoviendo el avance científico y tecnológico en el país. A pesar de los problemas, Japón sigue siendo un referente en el campo de la I+D a nivel mundial.

Japón es un claro reflejo de su compromiso con la innovación y el progreso. Este enfoque no solo ha permitido al país mantenerse al margen tecnológico, sino que también ha mejorado significativamente la vida de sus ciudadanos y ha contribuido a resolver problemas. La capacidad de Japón para equilibrar la tradición y la modernidad, la planificación y la flexibilidad, sigue siendo una lección valiosa para el resto del mundo.


Referencias


Afp_Tickers. (2024, 15 abril). Japón busca retomar ventaja tecnológica con ayuda de inversión exterior. SWI swissinfo.ch. https://www.swissinfo.ch/spa/jap%C3%B3n-busca-retomar-ventaja-tecnol%C3%B3gica-con-ayuda-de-inversi%C3%B3n-exterior/75713649#:~:text=Jap%C3%B3n%20ha%20invertido%20el%20equivalente,por%20Estados%20Unidos%20o%20Alemania.

Peralta, L. A., Peralta, L. A., & Peralta, L. A. (2023, 23 julio). Japón: el camino para volver a ser una potencia tecnológica. Cinco Días. https://cincodias.elpais.com/economia/2023-07-23/japon-el-camino-para-volver-a-ser-una-potencia-tecnologica.html

Calvo, J., & Vicario, R. (2023, 21 agosto). Auge y caída de una potencia económica: la burbuja de Japón. elEconomista.es. https://www.eleconomista.es/podcasts/noticias/12412834/08/23/auge-y-caida-de-una-potencia-economica-la-burbuja-de-japon.html#:~:text=La%20inversi%C3%B3n%20en%20industria%20y,la%20categor%C3%ADa%20de%20potencia%20mundial.






 

Comentarios

  1. La dedicación de Japón a la innovación y la investigación y desarrollo ha sido increíble. Su colaboración en tecnologías clave como los semiconductores muestra un compromiso sólido por mantenerse competitivo a nivel global. Esta bastante bien realizado el blog.

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  2. Que increíble es como las personas quieren hacer y poner en alto a Japón hasta volverlo potencia mundial incluso convertirse en un país mejor desarrollado.

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  3. Es impresionante como Japón se fue desarrollando con series de estrategias para lograr ser un país desarrollado gracias a reformas económicas y desarrollo industriales, me gustó mucho este blog por que menciona cuento invierten en la tecnología y su gran compromiso con la innovación.

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  4. La manera en que Japón logró convertirse en un país desarrollado, es algo inesperada, pero no por ello decepcionante. La inversión constante en investigación y desarrollo no solo impulsa el crecimiento económico del país, sino que también posiciona a Japón como un epicentro de avances científicos y tecnológicos. Estoy emocionada por ver cómo estos esfuerzos seguirán moldeando el futuro tecnológico y científico de Japón.

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  5. Me encanto tu blog, porque te da información muy concreta y puedes ver cmo Japón ha integrado la Tecnologia en toda su vida diaria

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